Comenzaremos por dividir las claras de la yemas en dos tazones distintos asegúrate de que sean lo suficientemente grandes para poder batir muy bien.

Cernir la harina junto con el polvo para hornear, debemos asegurarnos de que la harina quede muy fina para incorporarla perfectamente a la mezcla.

Dividir el azúcar por la mitad un cuarto lo vamos agregar a las claras y el otro cuarto a las yemas. Comenzar a batir las claras hasta que espumen; una vez que espumen las claras añadir poco a poco el azúcar hasta forma un merengue sencillo y de picos firmes. Reservar el merengue.

Batir las yemas con el resto del azúcar y también deben aumentar su volumen y además tomar un color más claro, cuando llega a este punto se llama punto de listón ya que al levantar un poco de la mezcla y dejarla caer esta cae en un listón continuo.

Mezclar de manera envolvente los dos batidos comienza añadiendo un poco del merengue a las yemas y bate hasta incorporar esto ayuda a que las yemas no estén tan pesadas y no se pierda mucho aire al ir incorporándolas. Agregar las yemas de manera envolvente poco a poco al merengue.

Una vez que estén completamente incorporadas la mezcla de claras y de yemas, agregar poco a poco la harina de forma envolvente e intercalar con la leche. No te preocupes si la mezcla pierde algo de aire es normal pero siempre procura realizar los movimientos envolvente para conservar la mayor cantidad de aire.

Incorporar la vainilla justo al final de la preparación y reservar la mezcla.

Engrasar y enharinar perfectamente un molde, para esta receta yo utilicé dos de 15 cm de diámetro y además cubrí el fondo con un papel encerado para evitar que se pegara.

Vaciar la mezcla en el molde o los moldes, en mi caso yo coloqué aproximadamente la mitad en cada uno de mis moldes.

Hornear a 180°C por aproximadamente 30 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio.

Dejar enfriar el pan de preferencia toda la noche si no es posible déjalo enfriar por 4 a 5 horas hasta que el pan ya esté a temperatura ambiente.

Desmoldar y cortar el pan.

Preparar esto es muy sencillo solo licúa la leche evaporada, leche condensada y la media crema en una licuadora.

Si quieres darle más sabor puedes agregar un poco de vainilla al batido o un poco de leche para ajustar su dulzor a tu gusto.

Coloca en una cacerola pequeña 3/4 tza. Azúcar junto con el agua y calienta hasta alcanzar los 120 °C.

Mientras que el caramelo está listo, bate las claras a que espumen y comienza a añadir el resto de azúcar (la ½ tza. Que reservamos) bate hasta forma picos firmes.

Incorporar el jarabe cuando alcance los 120°C poco a poco a las claras sin dejar de batir.

Bate a alta velocidad hasta que se enfríe la mezcla de claras y azúcar.

Coloca el merengue italiano en una manga con duya y bordea el bizcocho, creando una pequeña barrera para que al añadir el almíbar este no se escurra.

Agregar el almíbar poco a poco permitiendo que el pan lo absorba si ves que le toma mucho tiempo utiliza un tenedor para pinchar un poco el pan.

Coloca una capa de betún o cualquier otro relleno que desees utilizar y enseguida una capa de duraznos en almíbar en rebanadas.

Sobre ello colocar la otra capa de pan y formar nuevamente una barrera todo el borde del pan y agregar el almíbar.  Dejar absorber.

Cubrir con el resto del merengue italiano y decorar a tu gusto, yo utilicé otra capa de duraznos en almíbar.

 Para decorar el pastel puedes usar almendras, nueces picadas, otras frutas como fresas, kiwi, moras etc. O simplemente decorar con el merengue.

Este pastel también queda muy bien si lo preparamos en un molde o refractario y lo preparamos de un solo piso así es más sencillo de elaborar y decorar.