Comienza por elaborar el caramelo de esta forma evitaremos que esté demasiado caliente al añadir al yogur.
Colocar en una cacerola la cantidad de azúcar indicada en la receta, calienta hasta que se disuelva el azúcar y comience a tomar un color dorado. Ten cuidado en este paso para evitar que se nos queme demasiado el caramelo. Mezcla de vez en cuando para evitar que esto pase.
Una vez que el caramelo esté listo, agrega poco a poco el agua para evitar que se haga un alboroto por el cambio de temperatura y mezcla hasta que la consistencia del caramelo esa más fluida. Si es necesario añadir menos o más agua. Dejar enfriar este caramelo líquido.
En una cacerola calentar colocar la leche con las dos cucharadas de leche en polvo.
Calentar a fuego bajo hasta que alcance una temperatura de 45°C si no cuentas con termómetro puedes comprobar la temperatura cuando al sumergir un dedo no te quemas pero se siente tibia.
Retirar del fuego la leche y agregar el yogur. Mezclar hasta incorporarlo por completo.
Asegúrate de que tu caramelo líquido esté tibio y agrega poco a poco hasta que la leche tenga un color dorado o café claro.
Coloca en un recipiente hermético que conserve bien el calor y cubre con un paño, déjalo reposar así por aproximadamente 24 horas, en un lugar tibio. Puedes calentar tu horno 15 minutos a 170°C apagarlo y dejar el yogur cubierto con el paño dentro.
Una vez que el yogur espese vacía en recipientes y refrigéralo.