Limpiar los chiles guajillos retirando las semillas y las venas del chile. Esto hace que sea mucho menos picante la salsa y tenga una textura mucho más agradable.
Reposar los chiles en agua caliente por alrededor de 15 minutos hasta que los chiles se suavicen. Una vez que los chiles guajillos estén suaves escurre y reserva el agua donde se cocinaron, para preparar la salsa.
Asar los tomates y el ajo en una sartén o comal sin aceite, dar vueltas constantemente para que sea uniforme la cocción del tomate y el ajo, retira del fuego una vez que los tomates estén suaves.
Licuar el chile con los cacahuates, la cebolla, los tomates y el ajo asados, licuar hasta que la textura sea tersa y homogénea tomará un color rojo bastante intenso.
Condimentar con la sal al gusto y agregar el cilantro picado al momento de servir, mezclar ligeramente para incorporar el cilantro a la salsa de guajillo.
Notas
Recomendaciones de la cocina en la preparación de la salsa de chile guajillo:
Si te gustan las salsas muy picantes puedes agregar chiles serranos o habanero a la receta, agrega poco a poco si no estás muy familiarizado con los chiles muy picantes para evitar que quede demasiado picante.
Intercambia las nueces que utilizarás en la receta, las almendras son una opción perfecta para esta receta pero si quieres aventurarte puedes probar con avellanas, nuez madacamia o incluso con pistaches.
Utiliza una mezcla de chiles secos para darle más sabor a esta sencilla salsa, el chipotle, chile ancho y cualquier otro chile seco que tengas en casa puede servir para darle mucho sabor y contraste a esta salsa.