Cocer las pechugas de pollo en agua hirviendo con un poco de sal. También puedes agregar un diente de ajo y un trozo de cebolla para que tenga más sabor.
Asar el chile poblano sobre la hornilla de la estufa o en el horno; asar hasta que la piel esté oscura, colocar dentro de una bolsa hermética y dejar reposar unos minutos. Retirar de la bolsa transcurrido el tiempo y limpiar el chile retirando toda la piel que se ha quemado, quitar las semillas y desvenar.
Picar la cebolla finamente y picar en juliana el chile poblano.
Rebanar la lechuga y picar muy finamente el cilantro.
Rebanar los tomates en rodajas delgadas.
Retirar el pollo de la cocción una vez que esté listo dejar enfriar y después desmenuzar el pollo con tus manos o la ayuda de un tenedor.
Saltear la cebolla en un poco de aceite hasta acitronar, es decir que tenga un color claro y sea ligeramente transparente.
Agregar el pollo desmenuzado y saltear unos minutos, agregar el chile poblano y el maíz a amarillo; mezclar para incorporar todos los ingredientes.
Añadir la crema e integrar a la preparación.
Condimentar con sal y pimienta.
Tomar una tostada y colocar una capa de frijoles refritos, si estás utilizando frijoles preparados de un día anterior es importante calentarlos.
Colocar sobre los frijoles el pollo con el chile poblano y distribuir, coronar con un poco de lechuga, cilantro picado y rebanadas de tomate.
Por último espolvorear un poco del queso cotija sobre cada una de las tostadas.