Cocer la carne de cerdo con un poco de sal y ajo, retirar de la cocción y reservar el líquido.
Retirar las semillas y desvenar los chiles, cocinar en agua hirviendo hasta que suavicen, licuar junto con el agua de la cocción, añadir sal y orégano.
Picar la zanahoria y la papa en bastones del grosor de ½ cm a 1 cm y cocer en agua hirviendo comenzando por las papas, escurrir y añadir las zanahorias. Retirar cuando estén cocidas.
Rebanar el chile poblano y la cebolla en trozos finos y reservar.
Picar el tomate en cuartos u octavos dependiendo del tamaño.
Saltear la carne y añadir un poco de tomate picado, cebolla, chile y chícharos dejar cocinar unos cuantos minutos y condimentar con sal.
Calentar la manteca hasta que esté fundida.
Mezclar la masa con la manteca hasta tener una masa espesa y que se despegue de las manos.
Añadir el adobo de chiles hasta que la masa adquiera un color ligeramente rojizo.
Agregar el polvo para hornear y continuar amasando hasta que la masa esté integrada y tenga una consistencia suave y se despegue de las manos o el bowl. Si la masa no tiene una consistencia adecuada se puede utilizar un poco del líquido de la cocción de la carne para que tenga una consistencia más suave.
Remojar las hojas de maíz para que estén suaves y flexibles, esparcir con una cuchara la masa y colocar el guisado de cerdo, añadir las zanahorias, tomate, papa, chile, cebolla y aceitunas.
Doblar y cerrar; cocer los tamales al vapor por alrededor de 1 hora a 2 horas hasta que al abrirlos se desprenda la masa de las hojas.