Lava y corta las hojas del repollo en dos o tres partes (o más si se trata de las partes más duras).
Échalas en agua salada hirviendo y déjalas cocer durante 7/8 minutos.
Escúrrelas y viértelas en una bandeja para le horno bastante grande para que no se forme una capa muy alta, echa un chorrito de aceite de oliva virgen extra, el pan rallado, el queso rallado, y el queso para fundir en trozos.
Echa otro chorrito de aceite de oliva y hornea a 200ºC durante 15 minutos, dejando que se dore bien.