Después de haber cortado las cebollas en rodajas finas, cocinar con las cucharas de aceite a calor moderado durante una horita, añadiendo un poco de agua si vez que se pegan.
Cuando estén hechas, sácalas del fuego.
Mientras tanto, colócala la masa de hojaldre en una fuente forrada con papel horno y luego pincha la masa con la punta de un tenedor (de manera que durante la cocción salga el vapor, y el relleno no se quede húmedo).
Bate los dos huevos en un bol, añade el queso batido, las cebollas enfriadas y un poco de sal.
Vierte el relleno en la masa de hojaldre y dobla la masa que sobre hacia el centro de la tarta.
Echa la yema encima de la masa, espolvorea las semillas de amapola, y hornea la quiche durante más o menos 40-60 minutos en el horno precalentado a 180ºC (estará hecho cuando el relleno se haya solidificado).
Sirve la tarta de cebollas templada como aperitivo o como segundo plato acompañándolo con una fresca ensaladita.