Cortar una rodaja de la parte de arriba del corazón de cada tomate y guardarla. Vaciar los tomates sacando todas las pepitas. Poner los tomates boca abajo sobre una servilleta de papel para escurrirlos. Cortar el tallo y el corazón de las rodajas de tomate reservadas, y picar el tomate. Guardar 4 olivas para decorar y colocar el resto en el contenedor de un procesador de comida o una batidora. Añadir el queso crema, la mayonesa y el tomate picado. Batirlo hasta que quede suave y cremoso. Sazonar a gusto con sal y pimienta. Disolver la gelatina en agua -si usted gusta puede reemplazarla por agar-agar. y colocarla en la mezcla de olivas. Remover bien para combinarlo. Verter la mezcla de oliva en los tomates. Dejar enfriar en el refrigerador.

Para servir, colocar los tomates en platos revestidos de hojas verdes bien frescas y decorar con rodajas de olivas.