Para preparar esta receta lo primero que sugiero es que busques unos melocotones firmes y no muy maduros, también en México conocemos como duraznos a una variedad pequeñita pero para que sea mucho más fácil prepararlo te sugiero los grandes que se suelen conocer también como nectarinas; esto ayudará a que sea más fácil desprenderlos de la semilla.
Pelar los melocotones con un cuchillo pequeño o un pelador, asegúrate de retirar toda la piel, si se te dificulta puedes realizar unas pequeñas incisiones en ambos extremos del melocotón y colocar en agua hirviendo por 1 a 2 minutos, después coloca en agua fría y desprende la piel comenzando por las incisiones que realizamos.
Cortar por la mitad los melocotones y con la ayuda de un cuchillo pequeño bordear la semilla hasta que comience a desprenderse de la pulpa. Reservar los melocotones.
Preparar el almíbar colocando el agua, el azúcar, el jugo de limón y la sal en una olla o cacerola profunda donde podamos acomodar los duraznos y que se cubran con el almíbar.
Una vez que llegue a ebullición y espese un poco la mezcla agregar los duraznos y calentar por 15 minutos a fuego bajo hasta que los duraznos se suavicen.
Esterilizar un frasco o los frascos donde vamos a colocar los duraznos y rellenar.
Tapar el frasco y una vez fríos almacenar, si no los vas a dejar en un envase esterilizado llévalos a refrigeración una vez que se enfríen.