Pon el pan a remojo en la leche y cuando esté blandito, escúrrelo.
Vierte 4 cucharadas de aceite en una sartén y ponla sobre el fuego.
Cuando el aceite esté caliente, echa la cebolla picada y deja que se haga un poquito a fuego lento. Cuando esté bien blandita y doradita, echa el pan y deja saborear 5 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se pegue. Luego saca la cebolla con el pan del fuego y deja enfriar.
Empieza a preparar la tortilla: echa 3 cucharadas de aceite en una sartén, mientras se calienta bate 3 huevos con un poco de sal y de perejil.
Echa los huevos en la sartén, deja el fuego un poco fuerte durante unos 30-40 segundos, luego bájalo para que la tortilla se vaya haciendo sin quemarse.
Cuando esté bastante cuajada, dale la vuelta ayudándote con un plato. Termina la cocción de la tortilla y ponla en un plato. Cuando esté fría, enróllala.
Mientras tanto, en un bol mezcla la carne picada, lo dos huevos, las dos cucharadas de nata, el pan frito y enfriado, el perejil, una cucharadita y media de sal, y revuelve bien.
Desenrolla la masa de hojaldre y extiendela encima de una hoja de papel horno con la ayuda de un rodillo (echa un poco de harina si ves que la masa se pega al rodillo).
Coloca la masa en una bandeja para el horno y pon en el centro toda la carne, haz un hueco para poner la tortilla (mira la foto), y luego nivela y cierra el pastel de carne y envuélvelo con la masa de hojaldre, ayudándote con unas gotas de agua para cerrarlo bien.
Con un pincel (o con los dedos), echa la yema batida encima de la masa para que coja un bonito color dorado durante la cocción. Hornea a 200ºC durante unos 50 minutos….Y ya! Tu pastel con sorpresa está listo para sorprender a tus invitados!