Quita las hojas del repollo más duras y utiliza solo las que son más tiernas. Lávalas, cocínalas en agua hirviendo durante unos 3-5 minutos y deja que se sequen un poco.
Mezcla la carne picada con el pan, mojado en un poco de leche y escurrido.
Añade poco a poco el resto de ingredientes.
Con la ayuda de un tenedor amalgama todo. Entonces echa un poco de masa en cada hoja y cierra con un palillo de dientes.
Pon todos los rollitos en una fuente de horno con un poco de aceite y el caldo, espolvorea con queso rallado, echa otro chorrito de aceite y hornea a 180ºC durante por 20'/ 30', hasta que se doren un poco.