Lavar y cortar los calabacines y las patatas en trozos y resérvalos.
Echar el aceite en una sartén y cuando esté caliente añadir la cebolla cortada.
Después de unos diez minutos, echar los calabacines y las patatas y saltear todo a fuego fuerte durante unos 3-4 minutos.
Bajar el fuego y deja cocer durante 1-2 horas, echando agua si ves que las verduras se van pegando.
Cuando las verduras estén blanditas, echar sal y luego tritúrar todo con la batidora, echando leche fresca hasta obtener la textura que ves en las fotos.
Servir la crema fría o templada, con un chorro de aceite y decorar con semillas de girasol.