Preparar esta receta es muy sencillo ya que no requiere muchos ingredientes, así que la preparas muy rápido, pero se disfruta por mucho tiempo.
Lo primero que debemos hacer para preparar esta mermelada es pelar los mangos, lo ideal es elegir los mangos bastante maduros para que sean muy dulces y no sea necesario añadir azúcar.
Una vez pelados los mangos corta en cubos o dados no tienen que ser muy regulares. También puedes picar el mango en rebanadas con todo y piel y después marcar los cubos, dar la vuelta y retirar la pulpa.
Colocar el mango picado en una cacerola y añadir la miel. La cantidad de miel puede variar según qué tan dulce quieras que quede tu mermelada si el mango no está muy maduro puede que necesites un poco más o también la puedes sustituir por edulcorante sin calorías.
Llevar la olla a fuego medio hasta que el mango comience a suavizarse, una vez que el mango esté más suave y empiece a soltar algo de líquido, aplastar con un pasapuré o con un “brazo” de cocina.
La consistencia de tu mermelada puede ser como más te guste, a mí por ejemplo me gusta que tenga trozos pequeños y grandes, que no sea uniforme.
Retirar del fuego y añadir las semillas de chía. Mezclar hasta incorporar todos los ingredientes.
